Es nuestro momento – Día del Seminario 2017

IMG-20170306-WA0006Como cada año, en torno a la fiesta de san José, la Iglesia celebra el Día del Seminario. Este 2017, con un sabor diferente y especial: la Diócesis de Plasencia, mi diócesis, se encuentra en pleno plan vocacional, invirtiendo esfuerzos en mostrar el regalo que cada vocación supone para la Iglesia y todo lo que recibe el que acepta entregarse. El lema escogido  para este plan nos recuerda que «Es tiempo de bregar», tiempo de trabajar afanosamente, de implicarse, de mojarse por conseguir que la Iglesia y el mundo sean cada vez más lo que Dios quiere, y que nunca falten vidas entregadas para hacer realidad esta misión.

Atravesamos un momento de crisis religiosa, de dificultades, de Seminarios e iglesias no tan llenas como nos gustaría encontrarlas… pero un momento que encierra la gran oportunidad por la que hemos sido llamados a vivir este y no otro en todo el abanico de los siglos: este es nuestro momento, y nosotros somos los hombres y mujeres elegidos para hacer de estos años una historia. Es nuestro momento. Y como tal, no debería quedar tanto tiempo para lamentarse y achacar a decenas de factores el que hoy no encontremos lo que nosotros desearíamos. Es tiempo de ponerse en juego y demostrar que no somos una Iglesia de lamentos sino de esperanza, que hemos consagrado nuestra vida al anuncio de una historia de vencedores y que estamos dispuestos a testimoniar esto con cada segundo de nuestra vida, que quiere gastarse y encuentra en estos tiempos de crisis la oportunidad de hacerlo. Ojalá la crisis de vocaciones no sea crisis de esfuerzos. Ojalá la carencia nos mueva a valorar más el papel del sacerdote y a convencernos, de una vez por todas, de la necesidad de entregas completas, sin hacerse partes, sin dobles vidas, sin reservas que solo redundan en perjuicio propio y de los demás. Ojalá descubramos qué papel jugamos cada uno en nuestro momento de la historia, y no defraudemos cuando nos toque desempeñarlo y dar fruto.

Es tiempo de querer ser sacerdote. Porque la misión de hoy no tiene nada que ver con la de hace unos años. Porque la oportunidad que se nos brinda hoy, no la tuvieron ninguno de los anteriores. Porque no nos faltan razones para desear compartir vidas, sostener esperanzas, dar fuerzas, alimentar corazones, acompañar el dolor, perdonar las oscuridades, poner luz en las tristezas, explicar el sentido que hemos descubierto para la vida… estar cerca de Dios y de los hermanos. Porque hoy más que nunca es necesario una palabra que ofrece toda la vida como prueba, como aval, que se pronuncia más con obras que con palabras. Porque hoy probablemente vivamos la mayor necesidad de acogida de la historia moderna, en nuestras fronteras, pero también en los corazones de los más cercanos. Porque sigue habiendo personas que esperan, que confían, que aguardan una respuesta de Dios en medio de la historia, y que buscan rostros que les acompañen en este camino. Porque es hoy cuando nos toca a cada uno dar la cara, ponernos en pie y vivir nuestra vida, y no continuar perdiendo oportunidades en las que nos jugamos nuestra vida y la de los demás. Porque aún hoy continúa habiendo gente que necesita ser valorada, mirada a los ojos, llamada por su nombre, comprendida, amada como Dios la ama. Porque los que nos esperan hoy, no estarán ahí mañana, para cuando hayamos cobrado el valor suficiente. Porque hay Puertas que sigue siendo necesario abrir y de las que solo los sacerdotes tienen las llaves. Porque hoy es el momento de sentar las bases para que progrese el futuro. Porque hoy te mereces ser feliz haciendo feliz a los demás, y basta de continuar conformándote con menos que una vida plena.

Y, ante todo, porque hoy es cuando vives, cuando te cruzas con otros, cuando puedes elegir. Cuenta conmigo para compartir nuestro momento de la historia pero, por favor, prométeme que tú también lo darás todo para que otros lo vivan, que no serás egoísta con esa vida que te regalaron para darla a los demás. Y si para eso sientes que tienes que ser sacerdote, prométeme que no te negarás a ayudar a otros a ser protagonistas de su momento de la historia.

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